miércoles, mayo 08, 2013

La excentricidad y la provocación de Bowie

La genialidad, la locura y la provocación suelen confundirse, tener límites difusos. Lo que para unos es valentía, arte, para otros en insulto, mal gusto, falta de respeto. David Bowie siempre se ha movido bien en esas fronteras y a sus 66 años sigue sabiendo jugar en esos terrenos, al borde de la denuncia, de la censura, del grito alzado de aquellos que defienden la moral. The next day, el último vídeo del aplaudido regreso del músico inglés tras una década de silencio. The next day retoma la línea más polémica del músico inglés desde la primera escena, en la que el actor Gary Oldman, vestido de cura, golpea a un pobre que mendiga a las puertas de un tugurio con pinta de burdel.

El local al que entra el cura es un bar repleto de prostitutas, una de ellas interpretada por la actriz francesa Marion Cotillard, monjas e incluso un alto cargo del clero al que Oldman besa la mano y al que se le ve entregando un billete a una prostituta. El vídeo, que apenas dura tres minutos y que lleva la etiqueta de "explícito", está repleto de simbolismo, sangre e imágenes duras y pecaminosas que se suceden mientras un Bowie vestido a modo de profeta o mesías canta y señala con el dedo sobre el escenario del local.

El vídeo está dirigido por la realizadora italiana Floria Sigismondi, que ya dirigió el anterior vídeo de Bowie además de a artistas como Muse, The Cure o Marilyn Manson.