Tras una década de mutismo e incógnitas sin resolver, el camaleónico David Bowie resucitó a sus 66 años con el lanzamiento de The Next Day, su nuevo disco que salió al mercado ayer.
Maestro de la reinvención y uno de los referentes más nombrados de la cultura glam, el veterano cantante ha zanjado, sin preludios mediáticos, su larga reclusión con un trigésimo álbum de estudio plagado de elementos evocadores al más puro estilo bowiniano. Su golpe de efecto ha sido instantáneo. Catorce nuevas canciones y tres temas extra dan forma a la resurrección musical de Bowie, cuyo impacto tiene una magnitud inversamente proporcional al sigilo extremo que rodeó el proceso de grabación.